Balam Herrera (2013/4)


Gay/DF: Comunidad LGBTTTI


documental web,
México


Reseñado por Anna Rabea Weis


Freie Universität Berlin


«Putooo…». Estos gritos de la porra mexicana en el mundial de fútbol de 2014 nos hacen ver que dentro de los grupos más estigmatizados de la sociedad mexicana están personas lesbianas, gay, bisexuales, trans* e inter* (LGBTTTI). No obstante, el Distrito Federal (DF), la capital de México, es visto como una «isla de derechos» dentro del país y como una «ciudad de vanguardia» dentro de la región. Es ahí donde la ley protege a personas LGBTTTI y se implementan políticas antidiscriminatorias. Sin embargo, las fuerzas conservadoras no se cansan de intentar frenar e invertir este movimiento hacia una sociedad igualitaria, haciendo incluso referencia a la diversidad sexual como «una moda o tendencia» que pone en peligro a los «lazos naturales» de la familia, como dijo este año el senador panista José Martínez. Además, los actos de discriminación y violencia desde el común de la sociedad mexicana no parecen reducirse —al contrario, persiste una cultura de control y pánico moral ante los intentos de personas LGBTTTI de ganar y defender su espacio como ciudadanas y ciudadanos iguales—. Esta falta de aceptación y respeto demuestra que es necesario cambiar más que las leyes para cambiar la cultura, la cual sigue invisibilizando, marginalizando y estigmatizando a personas LGBTTTI, no sólo en México en general sino también en el DF.


En esta cuestión, el discurso es un medio poderoso para crear roles y estereotipos, al igual que puede ser usado para cuestionarlos. De ahí parte el proyecto «Gay/DF: Comunidad LGBTTTI» de Balham Herrera, quien —bajo el lema «México sale del clóset» y con el apoyo del Fondo Nacional del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA, CONACULTA)— presenta una serie de doce cortos documentales. Por un lado, el autor pretende acercarse de manera didáctica y digerible sobre todo a las personas no familiarizadas con el tema. Por otro lado, no cabe duda que sus cortos —subtitulados en inglés— van conforme con una imagen de apertura y libertad que está creando el DF de sí mismo ante el mundo. Al presentar un mosaico de profesiones y personas y mediante sus trayectorias personales y sus puntos de vista, el autor quiere demostrar que las personas LGBTTTI forman parte de la capital mexicana.


Los doce cortos biográficos y testimoniales presentan de forma audiovisual a sus protagonistas, que se asumen como parte de la diversidad sexual. Se publicaron una vez al mes en el transcurso de un año, entre el 25 de octubre de 2013 y el 30 de octubre 2014. La serie cuenta con un tráiler de aproximadamente tres minutos, en el cual se presentan fragmentos de los primeros siete videos publicados. Cada uno de los videos dura entre seis y siete minutos, con la excepción de dos de los más recientes que duran sólo entre tres y cinco minutos. El autor busca una amplia difusión mediante un canal en youtube, una página web, así como perfiles en facebook y twitter. Hasta ahora los videos han tenido casi 50,000 vistas en youtube, lo cual significa un promedio de casi 4,000 por video.


Cada uno de los videos trata de una persona o familia. Los primeros siete videos siguen la lógica de una primera parte, en la cual la persona se presenta como profesionista y una segunda parte, en la cual describe su trayectoria y opinión personal, mientras que los últimos cinco videos se limitan a la primera parte. Una excepción son los dos videos sobre las familias, en las cuales se trata de manera integral la vida familiar. La mayoría de las personas presentadas están estudiando o cuentan con títulos de educación superior y trabajos de alto prestigio social en las ramas del arte y las ciencias. Dentro de estas y estos actores de piel blanca y clase media-alta presentados tampoco se abarca de manera equitativa a toda la gama de la población LGBTTTI: existe un enfoque hacia las personas gay (5) y lesbianas (3). Además se presentan familias (2) —una homoparental, la otra lesbomaternal— mientras que tan sólo se incluye a un hombre y una mujer trans* (2) y se excluye por completo a las personas bisexuales, inter* y travestis. Es por eso que esta serie de cortos en su buena intención de darles una voz y cara a personas LGBTTTI, con el simple hecho de que esta selección sea necesaria para visibilizarlas ante el público deseado, demuestra las desigualdades dentro de «la población LGBTTTI»: existen grandes diferencias de legitimidad entre las distintas siglas e incluso dentro de éstas según la identidad de género y orientación sexual, así como la clase y la etnia.


Dentro de los doce cortos, se pueden identificar tres líneas de argumentación que en sus diferencias comparten las personas presentadas. Primero, concuerdan en que el DF es un lugar que se distingue del resto del país al dar espacios a personas LGBTTTI —una ciudad que respalda a su ciudadanía con derechos, pero en la cual aun así persisten la discriminación y violencia—. Segundo, que al proporcionar este respaldo se ha definido a personas LGBTTTI como un grupo vulnerable con ciertas características. Persisten los estereotipos, p. ej. la imagen del «gay caricaturizado, el gay que tiene que vestirse de rosa o que tiene que hacer ciertos oficios». (Manu NNA, 4:53 min), así como el temor hacia «lo otro» y el intento de controlarlo, p. ej. en cuanto a la demostración de afecto en público: «Usted no se puede tomar de la mano con el caballero […]. Estas son faltas a la moral y aquí hay familias» (Miguel Barrera, 2:20 min). Y, por último, comparten el mensaje de respeto hacia todas las personas «por el simple hecho de ser otra persona» (Manu NNA 5:58 min), un mensaje de igualdad y una llamada hacia la normalización de lo diverso: «Somos personas que al igual que todos estudiamos, trabajamos, tenemos una familia […]» (Ricardo, 5:08 min). Sin embargo, al final vivir como son para la mayoría no ha sido fácil: «He arriesgado básicamente todo por ser quien quiero ser. […] Me he preparado para lo que venga: las reclamaciones, los enojos, las preguntas […]» (Angie Ruedas, 2:56 min/4:36 min).


En esta serie de cortos, el DF se presenta una vez más como un club exclusivo para personas «exitosas» sin espacio para las demás personas —como las y los indígenas, las madres solteras y las personas inter*— que no parecen caber en esta lógica. Parece que sólo se acepta a las personas que no siguen las normas de un mundo heteronormativo cuando por lo menos siguen la lógica de un mundo neoliberal, clasista, racista y sexista. Así, no sorprende que el único hombre trans* es a la vez el único protagonista de un estrato social bajo y, por consecuencia, se ve obligado a permanecer en el anonimato.


El título de la serie «Gay/DF: Comunidad LGBTTTI» en sí, subraya una parte de estas desigualdades e injusticias al destacar a los hombres gay y utilizar el término comunidad. Esto hace creer en un grupo uniforme frente a la población «normal» heterosexual, aunque esto no refleja la realidad vivida de las personas ni el contenido verdadero de los cortos. No obstante, el propio autor admite que es justamente este título que le permite una mayor difusión dentro y fuera de la sociedad mexicana por ser «más aceptable, más amigable». Ante esta perspectiva, al final, sólo reconforta que en estos cortos —como en otros discursos y espacios hegemónicos que utilizan «lo otro» para definirse y legitimarse» se manifiesta también la existencia y agencia de las personas negadas.